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Instrumento de Baycrest para una respuesta rápida del cuidador: Manual de Uso

Ser el cuidador principal de una persona con demencia puede representar desafíos únicos. Las personas con demencia pueden tener cambios en el comportamiento tales como enojarse fácilmente, querer salirse de casa, gritar, manifestar ira, e incluso demostrar conductas físicas come empujar y pegar. Estos comportamientos no son de ninguna manera intencionales sino una manera en que la persona con demencia trata de comunicar lo que necesitan or cómo se sienten. Estos comportamientos pueden llevar a que el cuidador se sienta abrumado y no preparado para responder a este tipo de comportamientos. Para complicar las cosas, la persona con demencia va a reaccionar en base a la respuesta del cuidador lo que puede hacer que el comportamiento se intensifique como se muestra en la siguiente ilustración de este ciclo:

En este ejemplo del ciclo mostrado arriba, la persona con demencia está gritando y el cuidador no sabe por qué. El cuidador se frustra y se irrita. Esta reacción del cuidador provoca mas gritos y mayor agitación en la persona con demencia y el ciclo continúa. El Instrumento de Baycrest para una respuesta rápida del cuidador previene que este ciclo se genere en primer lugar. Estos trastornos de la conducta de personas con demencia pueden ser muy difíciles de entender: ¿Por qué grita la persona? ¿Hay alguna necesidad no satisfecha? ¿La persona quiere algo? ¿Tiene calor? ¿Tiene frío? ¿Tendrá dolor de algún tipo? ¿Está asustada? ¿Está aburrida? La persona con demencia tal vez no sea capaz de explicar por qué está molesta y gritando.

La clave es que el cuidador no reaccione inmediatamente. Es allí donde el Instrumento de Baycrest para la respuesta rápida del cuidador entra en acción. Siguiendo paso a paso las instrucciones, el cuidador será capaz de entender mejor qué es lo que está sucediendo y podrá abordar la situación de forma más eficiente.

Instrumento de Baycrest para una respuesta rápida del cuidador

• Primer paso: Cálmese (Hable con usted mismo)
  Todos somos humanos y tenemos sentimientos. Todos reaccionamos a situaciones y a los sentimientos de otras personas. El primer paso es tomar una pausa para calmarse y evitar empeorar la situación. Por supuesto que esto puede ser difícil de hacer. El cuidador debe dar un paso atrás, respirar profundo o usar un lenguaje interior positivo y solo entonces ir al paso siguiente. La mayoría de nosotros sabemos cuándo nos estamos enojando o frustrando. Lo importante es detectarlo de inmediato y dejarlo pasar.
• Segundo paso: Atienda a la interacción sin reaccionar inmediatamente
  Este paso es un recordatorio para el cuidador que la persona con demencia esta afligida. Se trata de retroceder y tomar una pausa antes de reaccionar a la persona con demencia. Es el momento para recordarse a uno mismo que la persona con demencia tiene una enfermedad - su cerebro no funciona adecuadamente y no es su culpa. Sus comportamientos no son intencionales. A la persona con demencia le puede ser muy difícil describir lo que necesitan. El cuidador debe recordar lo siguiente: esta persona tiene una enfermedad que afecta el cerebro, está afligida y no puede explicar el por qué.
• Tercer paso: Reflexione sobre sus propios sentimientos

  Ahora que el cuidador se ha calmado, y que ha tomado una pausa para recordar que esta persona está enferma, es el momento adecuado de hablar con uno mismo. Esto se llama “reflexion”. El cuidador se preguntará lo siguiente;

  1. ¿Qué estoy sintiendo? (Por ejemplo: enojo, frustración, preocupación tristeza)
  2. ¿Por qué me siento así?

  Este es un paso muy importante. Los cuidadores necesitan pensar en sus propias reacciones emocionales ante lo que está sucediendo. Esto implica entender cómo sus propios sentimientos y su respuesta pueden afectar a la persona con demencia. Al tratar de responder estas dos preguntas, el cuidador piensa en la situación y en cómo responder de la mejor manera ante una persona con demencia.

• Cuarto Paso: Empatice con los sentimientos de la otra persona
  Empatía significa comprender los sentimientos de la otra persona. Ahora es el momento de considerar qué es lo que siente la persona con demencia. Un poco más de conversaciones internas:

  1. ¿Qué siente la otra persona?
  2. ¿Por qué se siente de esa manera?

   
  Ahora que el cuidador se ha calmado (paso 1), que sabe que la conducta no es intencional y que forma parte de la enfermedad (Paso 2), que ha pensado en sus propios sentimientos (paso 3) y los sentimientos de la persona con demencia (paso 4), el cuidador puede ahora tratar de entender lo que la persona con demencia quiere o necesita y responder de una manera que es útil y con compasión.
• Quinto Paso: Responda
  Ahora el cuidador puede tratar de entender lo que la persona con demencia quiere o necesita y responder con más empatía y apoyo.

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Agradecemos la ayuda prestada por la Dra. Lopez de Lara y el Dr. Luis Fornazzari  en la traduccion de este document